
La "plantilla TikTok" marca el camino a seguir para el resto. Es la fórmula para que la tecnología china entre en Estados Unidos
De materializarse el acuerdo, China tendría una nueva puerta de entrada para tener mayor presencia en Estados Unidos
El acuerdo de TikTok para que la aplicación siga vigente en Estados Unidos se está haciendo de rogar. No es para menos, pues se encuentra en el núcleo de una gran guerra comercial entre EE.UU. Y China. Además, también representa algo que va mucho más allá de la propia aplicación o su funcionamiento: establece un modelo que podría abrir las puertas a otras tecnologías chinas para operar en territorio estadounidense.
Cómo TikTok sobreviviría en Estados Unidos. Según las filtraciones del Wall Street Journal, TikTok operará en Estados Unidos a través de una nueva empresa controlada en un 80% por inversores estadounidenses como Oracle, Silver Lake y Andreessen Horowitz. El 20% restante quedará en manos de ByteDance y otros accionistas anteriores. La clave está en que el gobierno estadounidense tendrá un asiento directo en el consejo de administración de la nueva compañía.
Por qué es importante. Hasta ahora, las empresas tecnológicas chinas en Estados Unidos sólo tenían dos opciones: ser prohibidas o venderse completamente a competidores estadounidenses. Esta "plantilla TikTok", tal y como lo menciona Kevin Xu, fundador de la newsletter Interconnected, introduce una tercera vía: el licenciamiento tecnológico bajo control mayoritario estadounidense. Como explica el experto, "este modelo abre la puerta para que tecnologías más críticas, estratégicas y avanzadas fluyan de China a Estados Unidos".
El verdadero premio. Más allá de TikTok, este modelo podría aplicarse a sectores donde China domina la cadena de suministro global. Pensemos en BYD queriendo vender coches eléctricos en Estados Unidos, CATL suministrando baterías a fabricantes estadounidenses, o Hesai distribuyendo sistemas LiDAR a empresas de robótica. Todas estas son tecnologías donde las compañías chinas llevan una ventaja tecnológica considerable y están listas para desplegarse hoy, mientras que las alternativas estadounidenses podrían tardar años en estar disponibles a gran escala.